Yo espero en
el camino,
sentado
sobre mi deseo y mi esperanza,
encima de
esta piedra caliente,
a que
aparezcas en el horizonte,
andando con
suavidad,
mostrando
todo lo que escondes
y lo que
ocultamente siempre he tenido de ti:
Tu voluntad
de ser mía.
Lo que
abiertamente siempre te he dado:
Mi carácter
de ser hombre en tu camino,
mi apetito
de entregarte el hambre que me das.